En representación del Alcalde de Villa El Salvador, Guido Iñigo Peralta, lo recibió el Presidente de la Comisión de Educación, Cultura, Deporte y Salud, Licenciado Regidor Godofredo Alfaro Candiotti.
Asistieron también, el Presidente de la Comisión de Rentas, Regidor César Lerzundi, el Regidor Rafael Cumpén y la Regidora Paula Gamboa.
Se unió al equipo, aportando interesantes propuestas, el Gerente de Desarrollo Social, Ángel Ormeño Ortiz, en compañía del Sub Gerente de Educación, Cultura, Deporte y Juventudes, Licenciado César Augusto Aguirre Céspedes.
Con la caballerosidad y sencillez que lo caracterizan, el conocido Profesor Petroni, formuló importantes planteamientos buscando siempre la superación y el bienestar de la comunidad educativa villasalvadoreña.
La historia del ingreso directo a las universidades, es la historia repetida de miles de jóvenes frustrados. La perdida de ellos siempre estuvo implícita en la ganancia ajena; su fracaso ha generado siempre la ganancia y prosperidad de otros.
ResponderEliminarMientras que la educación es la categoría, el examen de no admisión es la anécdota. “por la promoción y práctica de la meritocracia, el mito del saber científico como superior al saber popular”. Pese a la importancia del fenómeno, son pocas las cifras con las que contamos para conocer en profundidad la realidad del problema de los que postulan y de los que ingresan al sistema universitario peruano pues la última vez que se realizó una medición de este tipo fue en 1996 y la situación ha cambiado muchísimo en catorce años. Por este mito ese año postularon 117.312. Se estimaba que egresarían de las universidades públicas 33.841 y de las universidades privadas 21.957. En total 55.798.
El problema que nadie se atreve encarar es el siguiente: ¿qué destino les esperaba a los 260.880 jóvenes que no alcanzaron ingresar? ¿Qué fue de los 78.859 estudiantes, que ingresaron pero que jamás llegaran a la meta trazada? Algunos estudiosos dirán que esos miles de jóvenes pasaron a formar parte de la informalidad y que algún día serán los nuevos ricos del Perú… “así pensaban los que en la década del cuarenta implantaron las pruebas de madurez mental que fueron verdaderos exámenes de no admisión para el ingreso a planteles secundarios. Ayer como hoy, estas inusitadas pruebas sirven en rigor para frenar la afluencia de los estudiantes pobres; aunque sus apologistas digan: la selección para el ingreso se ha establecido sobre bases democráticas y técnicas a fin de que funcione plenamente la noción de derechos y obligaciones, igual oportunidad y meritos”.
Para quienes conciben la educación como una competencia, el ingreso a la educación superior no es otra cosa que el resultado de que el joven no estudió lo suficiente y por eso el fracaso. Lo hacen sentir culpable, culpan a sus profesores de primaria y secundaria. Pero como ya es tarde para cambiar el pasado, resignados se matriculan en una academia de preparación preuniversitaria –de acuerdo a la solvencia económica de los padres-. Su rendimiento en la academia es considerado muy bueno por los mejores “profes”.
Entiendo que la labor docente es por sobre todo de motivación. Puede hacer del aprendizaje una experiencia agradable y provechosa. Y puede hacer muchísimo por despertar y cultivar vocaciones.
Pero también debe prevenir a los alumnos de la gran trampa de los exámenes de no ingreso a las universidades. Trampas del que se jactan los que, por ejemplo, traman exámenes de no admisión, para luego decir ingresaron los mejores. El sistema educativo termina siendo una gran trampa para los millones de usuarios que confían en él y asisten a los colegios día a día, durante once años (o mas), en aquellos casos de quienes tienen la suerte de sobrevivir hasta el final (cosa que solo ocurre con uno de cada veinte peruanos).
Pero, aun mejor, el maestro no debe permitir indiferente que traficantes de la educación lucren con las aspiraciones de cientos de miles de jóvenes que años tras años no ingresan a las universidades y son llevados con engaños a las academias preuniversitarias que no resisten ni el mas mínimo análisis que justifique su existencia.
“…hay, hermanos, muchísimo que hacer.”
Petroni Gutiérrez Rivera
Poeta & escritor peruano
petroniarnaldo@hotmail.com
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